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Evaluar la calidad de un espacio público, ya sea existente o proyectado, desde múltiples ópticas relevantes para la salud y el bienestar de las comunidades.

Consta de un cuestionario con 14 preguntas sobre temáticas diferentes, que cubren tanto los elementos físicos como sociales de un lugar.

Para cada pregunta, se pide valorar en una escala del 1 al 7, y de forma opcional se puede añadir información sobre aspectos positivos actuales así como ideas sobre cómo se podría mejorar en el futuro.

También se facilita una guía para la realización de talleres, paseos (walk-abouts) y toma de datos in situ, que complementan el cuestionario de cara a trabajar de manera colaborativa en la mejora de un lugar.

La herramienta está diseñada para que diferentes perfiles puedan usarla: la comunidad, el sector público, el tercer sector (organizaciones voluntarias y sin ánimo de lucro) y el sector privado.

El diagrama resultante es intuitivo, mostrando en un solo gráfico de araña aquellas áreas en las cuales el espacio es satisfactorio, así como aquellas áreas en las cuales se puede mejorar.

Aplicabilidad sencilla y a diferentes tipos de espacios, tanto pre como post intervención.

También se pueden evaluar diferentes proyectos y comparar con el estado actual del espacio.

Hay varias versiones adaptadas de la herramienta; con un enfoque en el clima, desde la óptica de la calidad del aire, destinada al diseño de espacios o dirigida a niños y adolescentes.

A pesar de que aborda múltiples dimensiones de un barrio o espacio de estudio, no entra en profundidad en ninguna de ellas.