Espacio público
Movilidad segura y saludable
CONTEXTO
La seguridad vial en el espacio público de nuestros pueblos y ciudades es un elemento fundamental en la movilidad, tanto de las personas que van a pie como de las que se desplazan en bicicleta, en transporte público o en vehículos motorizados.
La ausencia de esta seguridad incrementa el riesgo de accidentes, por lo que puede traducirse en muertes o lesiones graves. También, de forma indirecta, un entorno poco seguro y poco saludable con respecto a la calidad del aire desincentiva la movilidad activa de la ciudadanía, dado que el hecho de ir a pie o en bicicleta aumenta su vulnerabilidad con relación al resto de las personas usuarias de la vía pública.
Según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), la exposición continuada a los contaminantes de los motores de combustión (aunque sea en concentraciones muy bajas) tiene efectos perjudiciales para la salud y afecta en particular al sistema cardiovascular y al respiratorio. En cambio, cuando la calidad del aire mejora, la morbilidad y la mortalidad también disminuyen de forma directa. El 90 % de la población urbana de la Unión Europea (UE) está expuesta a niveles de contaminación nocivos; se calcula que unas 430.000 muertes prematuras (alrededor de 31.000 en España) son atribuibles a la contaminación, sobre todo a las partículas finas.
Asimismo, la falta de ejercicio físico y el sedentarismo incrementarán los casos de mortalidad prematura, las enfermedades cardiovasculares, los ictus, la diabetes, algunos tipos de cáncer y la demencia (Hamer y Chida, 2008; Kyu et al., 2016; Woodcock et al., 2011).
Cuando se toman en consideración los distintos tipos de movilidad, se reduce el número de accidentes que tienen lugar en el espacio público y mejora la salud de la población. La reducción del número de vehículos motorizados y, en especial, la reducción de la velocidad a la que circulan disminuirán el riesgo de sufrir un accidente de tráfico y minimizarán la gravedad de las lesiones en el caso de que este se produzca. Una ampliación del espacio dedicado a los peatones y a las bicicletas, con el consiguiente aumento del transporte activo y del transporte público, así como más automóviles compartidos, un urbanismo de proximidad y un urbanismo centrado en las personas, harán que el espacio público sea más seguro para todo el mundo, porque cuando una comunidad aprende a coexistir con distintos tipos de transporte, se reduce el número de accidentes; es el denominado efecto safety-in-numbers (Elvik et al., 2017; Jacobsen, 2003).
OBJETIVO
- Disminuir el número de accidentes y reducir la contaminación del aire y la gravedad de las lesiones.
- Potenciar la movilidad activa, el transporte público y la movilidad compartida.
- Reducir el transporte privado motorizado.
PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES
La seguridad vial en el espacio público depende principalmente de tres factores: de la infraestructura (su diseño), de los usuarios (su conducta) y de los vehículos empleados.
A la hora de diseñar o reformar el espacio público, deberán tenerse en cuenta los distintos tipos de personas usuarias —tanto las que se desplazan a pie, como las que van en bicicleta (eléctrica), en patines (eléctricos), en transporte público, en vehículo privado, etc.—, la convivencia entre ellas y la jerarquización de las vías, así como la prioridad de usos que tendrán.
Para ordenar estos flujos e incrementar la seguridad de las personas, pueden utilizarse distintos elementos o estrategias:
- Jerarquizar las calles en función de quién tenga prioridad. Toda persona debe saber perfectamente el tipo de espacio en el que se encuentra y quién tiene preferencia; ello se consigue mediante una correcta señalización y un diseño que lo indique de un modo visual e intuitivo (por ejemplo, mediante el empleo de distintos colores, texturas y pavimentos).
- Desincentivar el uso del vehículo privado mediante push policies; es decir, menos carriles, menos aparcamientos, implementación de tarifas por contaminación y congestión, etc.
- Incentivar el transporte público y activo haciendo que sea más práctico y rápido mediante pull policies; es decir, aceras anchas, un transporte público más frecuente y de mayor calidad, prioridad semafórica a los autobuses en los cruces, etc. (Creutzig et al., 2012; Rissel, 2009).
- Favorecer la movilidad activa. Proporcionar una red básica de peatones y de bicicletas que sea accesible, continua, agradable y que dé acceso a los principales equipamientos de una forma bien planificada. Para fomentar su uso deberían contar con infraestructuras para bicicletas en un radio de 400 metros desde cualquier edificio de viviendas (Buehler y Pucher, 2012; Krizek y Johnson, 2006; Mertens et al., 2016; Pucher et al., 2010).
- Emplear pavimentos, texturas y colores que faciliten distinguir las distintas zonas.
- Rediseñar las calles para limitar los vehículos de paso y reducir su velocidad.
- Diseñar una red de carriles para bicicletas (en calles con velocidades inferiores a los 30 km/h, la calzada puede compartirse entre ciclistas y automóviles).
- Pacificar el tráfico rodado, reducir la velocidad de los vehículos motorizados (por ejemplo, limitándola a 30 km/h) y excluir su circulación en muchos tramos, construir carriles de circulación más estrechos, e incluir, llegado el caso, elementos reductores de la velocidad, etc.
- Facilitar accesos seguros a las paradas de transporte público y espacios de espera protegidos, con información en tiempo real del paso de autobuses.
- Diseñar una red de itinerarios peatonales continuada que unifique los principales puntos con las zonas residenciales y que incorpore elementos para que el recorrido sea más agradable y entretenido: fuentes, mobiliario, juegos infantiles, sombras, aseos públicos, espacios verdes y azules, etc.
- Mejorar los niveles de seguridad en las obras realizadas o con afectación en la vía pública.
- Evitar la presencia de contenedores o de obstáculos visuales justo antes de un paso de peatones o de un cruce cuando impidan una buena visibilidad de los vehículos y de los peatones.
- Regular la semaforización de cruces, dando prioridad a los peatones y ciclistas y al transporte público.
- Diseñar pasos de peatones seguros en las intersecciones y a mitad de manzana para priorizar y conectar los caminos de los peatones. Asegurarse de que el tiempo de cruce de los semáforos (en verde) es adecuado para todas las personas usuarias y que las rampas de acceso son visibles.
- Garantizar que la conexión entre los caminos peatonales, la infraestructura de ciclistas y el transporte público sea intuitiva (Davison y Lawson, 2006; McCormack y Shiell, 2011).
- Colocar en los accesos a los edificios de concurrencia pública unas barandillas que separen la acera de la calzada a fin de evitar posibles accidentes cuando las personas usuarias salgan de ellos de forma colectiva.
Además de cuidar el diseño, es necesario:
- Incorporar medidas educativas, como actuaciones en las escuelas, cursos de educación vial, de civismo, etc.
- Coordinar los distintos agentes de la seguridad: la Policía local, los Mossos d’Esquadra, etc.
- Concienciar a la ciudadanía sobre los peligros inherentes al tráfico.
EXPERIENCIAS DE REFERENCIA
Documentos:
- Ajuntament de La Garriga, 2016. Projecte de reurbanització del carrer Banys i el carrer Calàbria de La Garriga, donant prioritat als vianants.
- Ayuntamiento de Madrid, 2018. Ordenanza de movilidad sostenible.
- Ajuntament de Mataró, 2011. Mataró - Pla de Seguretat Local.
- Copenhagenize. Bicycle Culture by Design.
- Diputació de Barcelona, s/d. Igualada - Creació d'una xarxa d'itineraris per a vianants.
- Diputació de Barcelona, s/d. Subirats (Alt Penedès) - Catàleg de Bones Pràctiques. Pacificació del trànsit al barri dels Casots de Subirats.
- Diputació de Barcelona, 2008. Granollers - Pla de mobilitat.
- Diputació de Barcelona, 2018. SuperIlla de Barcelona: canviar la malla per canviar el barri.
- Generalitat de Catalunya, s/d. Servei Català de Trànsit - Plans locals de seguretat viària.
Audiovisuales:
- Malgrat de Mar, s/d. Pla de Millora de l'Accessibilitat.
LEGISLACIÓN Y NORMATIVA
L’acord de govern GOV/127/2014, va aprobar el Pla d’actuació per a la millora de la qualitat de l’aire a les zones de protecció atmosfèrica, segons el qual han d’elaborar un PDE tots els centres generadors de mobilitat d’acord amb l’article 3.4 del Decret 344/2006, que generin més de 5.000 viatges al dia.
- ORDEN VIV/561/2010, de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos.
- Decret 135/1995, de 24 de març, de deplagament de la Llei 20/1991, de promoció de l'accessibilitat i de supressió de barreres arquitectòniques, i d'aprovació del Codi d'accessibilitat.
- Llei 3/2012, del 22 de febrer, de modificació del text refós de la Llei d'urbanisme, aprovat pel Decret legislatiu 1/2010, del 3 d'agost.
- Llei 2/2004, de 4 de juny, de millora de barris, àrees urbanes i viles que requereixen una atenció especial.
- Llei 4/2003, de 7 d'abril, d'ordenació del sistema de seguretat pública de Catalunya.
- Real Decreto 1627/1997, de 24 d'octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción.
- Llei 9/2003, de 13 de juny, llei de mobilitat de Catalunya.
ESTUDIOS Y DOCUMENTACIÓN TÉCNICA
- Dombriz, M.A., 2009. Recomanacions de mobilitat per al disseny urbà de Catalunya . Generalitat de Catalunya. Departament de Política Territorial i Obres Públiques.
- Miralles-Guasch, Carme, 2010. Dones, mobilitat, temps i ciutats. Generalitat de Catalunya. Institut Català de les Dones.
- WHO, 2019.Health Economic Assessment Tool (HEAT) for walking and cycling, V 4.2.
- Boschetti, F. 2017. Handbook of good practice case studies for promotion of walking and cycling.
- Muñoz, Sarah-Anne 2009. Children in the Outdoors. A literature review. Sustainable Development Research Centre.
- NHTSA sd. Walkability Checklist. NHTSA
- NHTSA sd. Bikeability Checklist. NHTSA
- Department for Transport under licence from the Controller of Her Majesty’s Stationery Office. 2007. Manual for Streets. Welsh Assembly Government.
Referencias científicas (revisiones sistemáticas):
- Buehler, R., Pucher, J., 2012. Cycling to work in 90 large American cities: New evidence on the role of bike paths and lanes. Transportation, 39(2).
- Creutzig, F., 2012. Decarbonizing urban transport in European cities: four cases show possibly high co-benefits. Environmental Research Letters, 7(4).
- Davison, K. & Lawson, C., 2006. Do attributes in the physical environment influence children’s physical activity? A review of the literature. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 3(19).
- Elvik, R., Bjørnskau, T., 2017. Safety-in-numbers: A systematic review and meta-analysis of evidence. Safety Science, 92.
- Hamer, M. & Chida, Y., 2008. Active commuting and cardiovascular risk: a meta-analytic review. Preventive Medicine, 46(1).
- Hamer, M., Chida, Y., 2009. Physical activity and risk of neurodegenerative disease: a systematic review of prospective evidence. Psychological Medicine, 39(1).
- Colorectal Disease, 11(7).
- Jacobsen, P.L., 2003. Safety in numbers: more walkers and bicyclists, safer walking and bicycling. Injury Prevention, 9(3).
- Krizek, K.J. & Johnson, P.J., 2006. Proximity to Trails and Cycling and Walking. Journal of the American Planning Association, 72(1).
- Kyu, H.H., et al., 2016. cancer, colon cancer, diabetes, ischemic heart disease, and ischemic stroke events: systematic review and dose-response meta-analysis for the Global Burden of Disease Study 2013. BMJ, 354(i3857), 1-9.
- McCormack, G.R., Shiell, A., 2011. In search of causality: A systematic review of the relationship between the built environment and physical activity among adults. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity.
- Mertens, L., et al., 2016. Differences in environmental preferences towards cycling for transport among adults: a latent class analysis. BMC Public Health, 16(782).
- Pucher, J., Dill, J., Handy, S., 2010. Infrastructure, programs, and policies to increase bicycling: an international review. Preventive Medicine, 50.
- Rissel, C.E., 2009. Active travel: a climate change mitigation strategy with co-benefits for health. New South Wales Public Health Bulletin, 20(2).
- Woodcock, J. et al., 2011. Non-vigorous physical activity and all-cause mortality: systematic review and meta-analysis of cohort studies. International Journal of Epidemiology, 40(1).
Se pueden obtener informaciones más detalladas dirigiendose al Servicio de Salud Pública: entornurbasalut@diba.cat
Fecha de la última actualización:
dg., 09 de maig 2021 06:35:19 +0000
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