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Mapear cómo los niños pueden utilizar sus sentidos en el entorno construido.

Permite conocer qué estímulos ambientales pueden ser más interesantes para los niños de 0-5 años.

Esta herramienta sirve para hacer reflexionar sobre las oportunidades que el entorno físico puede brindar a los niños, permitiendo al encuestador ponerse en el lugar del niño y ver el entorno desde su perspectiva.

Idealmente, la herramienta se implementaría con el apoyo de la observación de los niños en su espacio. Pero también se puede aplicar con la persona que lo completa imaginándose que lo es.

Sobre un mapa del espacio estudiado, se insertan diferentes símbolos que representan sentidos (tacto, vista, oído, olfato, equilibrio). Sobre el mapa, la persona que hace este ejercicio valorará cada sentido insertando y añadirá si se trata de una valoración positiva (+) o negativa (-), añadiendo el símbolo correspondiente.

Complementariamente, se pueden hacer anotaciones sobre el entorno, tanto personales como descripciones de lo que se observa.

Aplicable en espacios concretos, no es una herramienta que se pueda usar para comparar entre sí espacios.

Es un ejercicio de reflexión, subjetivo, pero que tiene el potencial de aumentar la sensibilidad hacia las necesidades de un grupo de población a menudo invisibilizado.

La guía proporciona plantillas para implementar la herramienta.

Al formar parte de un paquete de herramientas enfocadas en la población joven, se puede complementar con otras herramientas.