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Con el foco puesto en la diversidad social en el espacio público, esta herramienta pretende comprender quién usa un espacio público determinado, cómo o para que lo usa y la percepción que la población tiene.

En un espacio de estudio acotado (ej. cuadrado imaginario de 3x3m), la persona encuestadora intercepta una de cada tres personas que ve pasar y que aparenta ser mayor de edad (o una de cada cinco, si el espacio es muy concurrido).

La encuesta consiste en un cuestionario de 21 preguntas, con preguntas sobre la frecuencia y uso del espacio, la percepción de su calidad y funcionalidad, y otros sobre el perfil de la persona encuestada (ej. edad, ocupación, nivel de estudios, ingresos).

También incluye aspectos como el sentido de pertenencia o vínculos con otras personas usuarias del espacio.

La mayor parte de las preguntas son cerradas a pesar de que también incluye preguntas abiertas, especialmente aquellas sobre percepción o conceptos que evoca el espacio.

La herramienta permite obtener datos relevantes sobre el uso de un espacio público y el perfil de los usuarios, para así tomar decisiones sobre estos espacios que estén más fundamentadas y sean más adecuadas a cada contexto.

A pesar de que se aporta un cuestionario de base, las preguntas se tienen que adaptar al contexto local y ser relevantes para el área y población de estudio. Por lo tanto, requiere familiarizarse con el lugar y la población antes de diseñar el cuestionario final y de realizar las encuestas.